miércoles, 8 de febrero de 2012

¿Para quién hacer vinos? II

Ahora bien, hay un tema en el que no coincido con el público que se bebe los vinos en el mundo.  Y creo que es el único tema en el que no le doy en el gusto: la exageración con la madera.  La gran mayoría cree que encontrar algo notorio e identificable en el vino, en este caso un aroma que recuerde a madera en alguna de sus variables, es sinónimo automático de que a) el vino es bueno, y b) es de su gusto.  Es posible además que crean que han avanzado ya bastante en la apreciación de vinos cada vez que logran determinar uno o dos descriptores en un determinado vino.  Esto lo he visto entre los públicos más diversos y en muchos lugares en el mundo.  La verdad, es un poco frustrante porque sepan ustedes que hay pocas cosas menos desafiantes que hacer un vino que huela a madera (aunque algunos, digámoslo, comercialmente pueden, y han sido, exitosos).

Viendo el lado positivo, creo que muchos de los que aprecian el palo en una copa de vino son un público en transición hacia un conjunto de degustadores más exigentes que logran pasar el umbral que los lleva a aburrirse con el olor del roble.  Algunos lo consiguen, otros se quedan para siempre, pero creo que es un grupo que no para de crecer.

Por otra parte, hacer vinos sin madera no creo que sea la respuesta.  La cuestión es otra, la cuestión es el balance, el equilibrio, la armonía con fineza.  Ahí sí hay desafíos!, y no sólo en lo que a madera se refiere.  Pero esos son temas para otras entradas.

Salud! y saludos

3 comentarios:

gonzalo sendic dijo...

Sergio: Comentare una experiencia en unos de los primeros Salones del Vino de Conrad Pta. del Este-
Degustando un Cabernet de una prstigiosa Viña Chilena al notar la saturacion de madera me pregunte? cuantos defectos pueden ocultar? sin embargo en la rueda me llegaban comentarios elogiosos hacia ese producto como sinònimo de excelencia. Sostengo que el verdadero desafìo es el equilibrio en la elaboracion asi como en los actos de nuestra vida
saludos cordiales
Gonzalo Sendic

gonzalo sendic dijo...

desde ya saludos

Sergio Cuadra dijo...

Gonzalo, esa experiencia es muy recurrente y me la explico, como decía en la entrada, a partir del hecho que al identificar algo en el vino la gente se convence de que le gusta y de que está frente a un vino de calidad. En fin, así es la vida, creo que tomé el camino más difícil que es el de lograr el ansiado equilibrio.
Saludos y gracias por tus comentarios.
Sergio